18 de septiembre
Cómo detectar y ayudar a un niño a controlar la ansiedad
TELUS Health
Todos experimentamos algún grado de ansiedad cuando hacemos frente a situaciones estresantes o aterradoras. Los niños no son una excepción. La aprensión ante nuevas experiencias, como una mudanza o un examen, es una emoción que debe tomarse en cuenta, pero por lo general no implica una señal de alarma. Algunos miedos forman parte del desarrollo normal del niño y no deben ser fuente de inquietud.
En cambio, una ansiedad excesiva o intensa puede ser debilitante y provocar otras patologías. El hecho de aprender a reconocer las manifestaciones, le permitirá discernir cuándo se trata de un simple miedo pasajero o si una crisis de ansiedad señala la necesidad de atención más seria.
Los miedos comunes de la infancia
Del nacimiento a los 3 años. Ruidos agudos, animales o personas extrañas, objetos muy grandes y separación de la familia.
De los 3 a los 7 años. Los miedos imaginarios tales como fantasmas, monstruos, ruidos inquietantes y el hecho de estar solo en la oscuridad. Las catástrofes naturales como tormentas, inundaciones y terremotos. Las nuevas experiencias, en particular empezar a ir a la escuela.
A partir de los 7 años. Los miedos más realistas tales como los accidentes de coche, la muerte, la enfermedad, los problemas escolares y sociales, la guerra y las catástrofes naturales.
Consejos prácticos para ayudar a su hijo a relajarse
Intente mantener la calma usted mismo: el miedo y la inquietud pueden controlarse gracias a algunas estrategias sencillas:
- Anime a su hijo a que exprese sus sentimientos mientras que usted mantiene una actitud positiva, reconfortante y tolerante.
- Tranquilice a su hijo diciéndole que los síntomas físicos, como los dolores de estómago ocasionales, no se deben a una enfermedad grave. (Busque atención médica ante cualquier síntoma físico grave, persistente o que empeore).
- Tranquilice a su hijo diciéndole que usted está ahí para apoyarle, pero déjele momentos de tranquilidad cuando está muy ansioso.
- Evite toda presión excesiva para que su hijo sobresalga en la escuela, los deportes u otras actividades. Eso puede elevar los niveles de estrés y minar la alegría de la experiencia de su hijo.
- Establezca estrategias de relajación adaptada a la edad de su hijo. Puede tratarse de colorear, escuchar música, hacer un rompecabezas o jugar con bloques de construcción, respirar profundamente, estirarse, etcétera.
Otros consejos útiles para calmar a su hijo
- Adopte una rutina regular a la hora de acostarse a fin de fomentar buenos hábitos de sueño. La leche caliente, la música o algunos efectos sonoros pueden calmar a su hijo.
- Evite los alimentos o bebidas que contienen cafeína como los refrescos de cola, el café o el chocolate.
- Fomente la actividad física durante el día. Es un medio ideal para combatir el estrés.
Signos de ansiedad
La ansiedad es una reacción de miedo o inquietud que va más allá de lo que la situación requiere. Cuando la ansiedad se interpone en el deleite de la vida o el sano desarrollo de su hijo, ha llegado el momento de buscar ayuda.
Consulte a un médico si alguno de los síntomas siguientes persiste o se agudiza en su hijo:
- inquietudes crónicas por situaciones, personas, ruidos u objetos específicos.
- huraño
- llanto o tristeza frecuentes
- irritabilidad inusual o actitud arrolladora
- problemas de sueño o insomnio
- dolores de cabeza, de estómago o de pecho
- temblores, vértigos, aceleración del ritmo cardíaco o respiración superficial
- sudoración o rubor
- disminución de la capacidad para funcionar en la vida diaria
Ayudar a un niño ansioso
Hable con el médico de su hijo. Describa al médico o al pediatra lo que ha notado en el comportamiento de su hijo y que le inquieta. Su médico puede realizar una primera exploración y determinar cuáles serán las fases sucesivas.
Busque un consejero especializado en salud mental. Busque un consejero o terapeuta para su hijo que tenga costumbre de trabajar con niños. Visite la página web de la American Psychological Association y busque terapeutas infantiles calificados y autorizados o pida al pediatra de su hijo que le recomiende a uno.
Infórmese sobre la ansiedad infantil. Pregunte a su médico o consejero que le indique recursos fiables sobre la ansiedad infantil. Consulte la página web de la Anxiety & Depression Association of America para obtener más información sobre la ansiedad en los niños y adolescentes. Asimismo, acuda al programa de asistencia de su organización para obtener apoyo adicional.
Sé indulgente consigo mismo. Como padre o cuidador de un niño que padece ansiedad, es posible que tenga sentimientos de inquietud y culpabilidad. Considere participar en un grupo de apoyo para compartir sus experiencias y encontrar consuelo en personas que viven algo similar. Encuentre los medios para tomarse tiempo y cuidarse a fin de estar en la mejor forma para apoyar a su hijo.
¿Necesita ayuda?
Si usted o un ser querido necesita apoyo, comuníquese con un asesor o con el programa de asistencia de su organización.