La felicidad en acción: cómo lograr un sentimiento de bienestar
¿Se ha dado cuenta de que algunas personas parecen estar más satisfechas que otras, mismo si están confrontadas a los mismos problemas y retos? Si bien la noción de satisfacción varía de una persona a otra y de una cultura a otra, todos los seres humanos tienen la capacidad de sentir. La felicidad, como emoción, suele ser efímera. Por ello, es más realista buscar un sentimiento de bienestar y satisfacción.
Consejos y herramientas
Del mismo modo que nuestro cerebro desarrolla patrones de aprendizaje, también podemos entrenarnos para experimentar más fácilmente la gratitud, la resiliencia, el optimismo y el sentido de las cosas.
He aquí algunos consejos que le ayudarán a experimentar estos sentimientos con mayor facilidad.
- Cada día anote tres cosas que hayan salido bien y por qué salieron bien.
- Establezca una lista de cosas agradables que le gustaría hacer más a menudo. Anótelas en su calendario e intente llevarlas a cabo.
- Haga una lista de las personas con las que le gusta pasar tiempo y prográmese para frecuentarlas más a menudo. Si alguna de ellas se encuentra lejos, planifique cómo puede comunicar con ellas más a menudo o de manera más eficaz. Además de los mensajes de texto, el correo electrónico y las llamadas telefónicas, vea si las videoconferencias ocasionales añadirían más sabor a sus comunicaciones.
- Piense en sus objetivos de crecimiento personal y comprométase a seguir aprendiendo y desarrollando nuevas competencias.
- Acepte sus límites y adapte sus expectativas los días en que su estado de ánimo, energía o motivación sean menos buenas que de costumbre.
- Manténgase físicamente activo. El ejercicio libera endorfinas, lo cual produce una sensación de bienestar. Ya sea en un gimnasio, por cuenta propia, en interiores o al aire libre, hay muchas maneras de mantenerse activo. Elija una actividad que le guste y que pueda practicar con regularidad.
- Empiece a adoptar un discurso interior positivo. Háblese a sí mismo como le hablaría a un buen amigo.
- Dele sentido a su vida, ya sea pasando tiempo con la familia, formando parte de una comunidad religiosa, trabajando como voluntario o en la realización de un objetivo ambicioso.
- Fíjese objetivos realistas. Empiece con un objetivo positivo para cada día que esté relacionado con sus valores. Piense en las medidas que puede tomar para conseguirlo y trate los contratiempos como problemas que tienen solución.
- Mantenga su atención en el momento presente. El ajetreo y el bullicio de la vida diaria pueden hacer que sea difícil poner atención en el momento presente. La atención plena puede ayudarle a detenerse más a menudo para apreciar su experiencia en cada momento del día. Gestos tan sencillos como saborear la comida sin distracciones o respirar profundamente el aire fresco pueden ayudarnos a sentirnos más equilibrados.
La gratitud
- Cada día escriba algunas cosas por las que siente gratitud.
- Intente no limitar su reflexión con el uso de términos extremos, tales como "nunca", "siempre", "todo" y "nada". Busque los "matices de gris" para sopesar las ventajas o desventajas de situaciones incómodas. Anímese a afrontar sus temores, aunque sea progresivamente, sobre todo si le impiden hacer lo que cuenta para usted.
- Intente apreciar las pequeñas cosas de la vida. Por ejemplo, la llamada de un amigo o el contacto del sol sobre la piel.
- Identifique una persona modelo que pueda emular. Por ejemplo, alguien en vida o fallecido, célebre o no, real o ficticio. Alguien a quien admire y que parezca haber alcanzado los objetivos o la actitud a la cual aspira. En caso de duda, pregúntese qué haría o diría su modelo en las mismas circunstancias.
El poder de la risa
- Recuerde que, al igual que el ejercicio físico, la risa libera endorfinas.
- Comparta su humor y alegría con los demás, como familiares, amigos y compañeros de trabajo.
- Amplíe sus horizontes, pruebe algo nuevo y no se lo tome demasiado en serio si fracasa. No pasa nada por cantar desentonado, caerse de la bici o pintar un cuadro gracioso.
El tiempo para sí mismo
Cada día tome tiempo para usted, aunque sólo sean unos minutos. Cuando se trata de dedicarse tiempo, lo que cuenta no es siempre la cantidad, sino la calidad. Veamos diversas maneras de procurar momentos de calidad.
- Rezar, meditar y reflexionar.
- Soltar la mente gracias a imágenes o visualizaciones guiadas.
- Ocuparse de un jardín (interior o exterior).
- Cuidarse físicamente, por ejemplo, durmiendo lo suficiente, alimentándose de manera sana y realizando actividades físicas.
- Buscar contextos estimulantes, como frecuentar entornos naturales, disfrutar de la compañía de buenos amigos o escuchar a personas que le inspiran.
- Adoptar una actitud cuidadosa en el plano emocional, como preparar sus alimentos favoritos, recibir un masaje para aflojar los músculos cansados o escuchar música.
El tiempo para los demás
Cultivar las relaciones con sus afectos también cuenta. Veamos algunas maneras de hacerlo.
- Considere a las personas como personas, y no como miembros de un grupo o familia.
- Reúnase con alguien a quien no ha visto desde hace tiempo y con quien quieres volver a conectar.
- Comuníquese con un pariente o amigo anciano o enfermo.
- Ayude a alguien cuidando de sus hijos para que tenga tiempo para sí mismo.
- Dedique tiempo a una causa que merezca la pena.
Ayudar a los demás genera con frecuencia sentimientos positivos y da sentido a nuestras vidas. Establecer y mantener relaciones significativas es importante para el bienestar emocional. Con poco esfuerzo es posible vivir con mayor gratitud, resiliencia, optimismo, y sentido y bienestar en nuestras vidas.