Por momentos, todos nos sentimos desanimados cuando suceden hechos tristes o cuando la vida no sale como lo planeamos. Por lo general, nos recuperamos después de un tiempo y volvemos a la normalidad. Esto es diferente de la depresión, que es un trastorno clínico que requiere apoyo y tratamiento por parte de especialistas.
Desafortunadamente, muchas personas no comprenden que existe esta diferencia y siguen creyendo que la depresión es simplemente un signo de debilidad. En consecuencia, no buscan ayuda profesional, lo que significa que muchas personas luchan solas contra este flagelo. Eso es totalmente innecesario, dado que hay una gran variedad de tratamientos eficaces.
Consejos y herramientas que puede utilizar
Reconocer cuándo se ha cruzado la línea hacia la depresión es clave para encontrar una solución. Sin embargo, es importante comprender que los síntomas pueden variar en función de los factores que los desencadenan y de su personalidad. Dialogue con su proveedor de atención médica acerca de sus preocupaciones. Mientras tanto, le proporcionamos información que le ayudará a entender la depresión:
Causas de la depresión
- Los cambios biológicos dentro del cerebro se combinan con una variedad de factores coadyuvantes relacionados con el estilo de vida, el estrés o la personalidad.
- Los factores de estrés que influyen pueden incluir el duelo, el divorcio, los cambios importantes en el estilo de vida, los hechos traumáticos y las enfermedades graves propias o de un ser querido.
- Genética.
- Los factores relacionados con la personalidad pueden hacer que algunas personas sean más vulnerables, especialmente las introvertidas, las que se preocupan por todo, y las personas muy sensibles en entornos poco solidarios.
- El aislamiento y la falta de apoyo social pueden contribuir con el trastorno.
- Ciertas enfermedades pueden desencadenar un desequilibrio de las sustancias químicas biológicas a nivel del cerebro.
- La depresión posparto es un trastorno que puede surgir después de los cambios hormonales del embarazo y el parto.
Síntomas de la depresión
- desinterés en levantarse para empezar cada día
- estado de ánimo triste y oscuro
- sensación de aletargamiento, fatiga, nerviosismo o retraimiento social
- cambios en el apetito, el peso y los patrones de sueño
- disminución en el interés o el disfrute al realizar actividades
- un nivel bajo de autoestima
- dificultad para pensar, concentrarse y tomar decisiones
- sensación de que la vida no tiene propósito y está vacía
- sentimientos irracionales de culpa
- pensamientos respecto de lastimarse a sí mismo(a) o a terceros
- pensamientos acerca de la muerte o el suicidio
Medidas que puede tomar
- Hable con un profesional de la salud. Hay tratamientos altamente eficaces, y un médico le recomendará el adecuado para sus síntomas.
- Si su médico de cabecera le receta medicamentos, es importante seguir tomándolos aunque los síntomas persistan al principio. Muchos medicamentos tardan de 3 a 6 semanas en hacer efecto.
- Camine, trote o asista a un gimnasio con regularidad. El ejercicio ayuda a liberar endorfinas, que contribuyen a una sensación de bienestar.
- Pase al menos dos horas a la semana en un entorno natural.
- Tenga hábitos de sueño saludables: acuéstese a la misma hora todas las noches. Pruebe darse un baño tibio o beber una taza de leche antes de acostarse para inducir la relajación.
- Siga una dieta equilibrada y nutritiva.
- Reduzca o elimine el consumo de cafeína, bebidas alcohólicas y nicotina.
- Si tiene ideas suicidas o piensa en lesionar a terceros, llame al 911 o comuníquese de inmediato con la Línea de Prevención del Suicidio y Crisis.