Los trastornos alimentarios se atribuyen comúnmente a las mujeres, en particular, a la noción de la joven adolescente que lucha por lograr una apariencia idealista durante la adolescencia. Y si bien las mujeres tienen una mayor incidencia de trastornos alimentarios, es importante señalar que los hombres también los padecen.
Los hombres y los trastornos alimentarios
Los trastornos alimentarios son enfermedades mentales que no discriminan entre edades, razas, orientación sexual o género. Las investigaciones indican que entre las personas que luchan contra los trastornos alimentarios, un tercio son hombres.
Los hombres también son menos propensos a buscar ayuda para problemas de salud mental, especialmente cuando existe un trastorno alimentario, debido a la estigmatización que ello conlleva. De ahí que los trastornos alimentarios en los hombres a menudo no se diagnostiquen.
¿A qué se debe que los hombres padezcan trastornos alimentarios?
Un trastorno alimentario no es una «elección de estilo de vida»; se trata de una afección grave, y la anorexia tiene la tasa de mortalidad más alta de todas las afecciones psiquiátricas. Aunque podemos argumentar que la causa de los trastornos alimentarios obedece a una combinación de biología y entorno, puede haber otros factores que llevan a los hombres a padecer trastornos alimentarios, como:
- una predisposición al perfeccionismo y a los problemas de salud mental
- la genética
- el abuso y/o traumatismo en la infancia
- el acoso escolar durante la infancia
- haber tenido padres muy críticos y un deseo de agradar
- un nivel de exigencia implacable
- formar parte de un equipo deportivo con estándares extremos de forma física
Presiones culturales y sociales
A lo largo de los años, los criterios de género han moldeado la manera en que se percibe a los hombres y mujeres culturalmente. Los estereotipos han hecho que las mujeres sean juzgadas por su apariencia, mientras que a los hombres se les valora por lo que pueden conseguir externamente, sobre todo en el trabajo, los deportes y las relaciones. Durante años, los trastornos alimentarios se han considerado como enfermedades «femeninas», pero esta percepción está cambiando a medida que la concienciación progresa y el estigma se desvanece.
Los hombres tienden gradualmente a mostrar su lado vulnerable, lo cual explica que con más frecuencia pidan ayuda. Por otro lado, las redes sociales van ejerciendo mayor presión sobre los hombres para que tengan determinada apariencia y comportamiento, en comparación con los hombres de generaciones anteriores.
Lo cierto es que los hombres siempre han padecido trastornos alimentarios, sólo que en menor proporción que las mujeres.
¿En qué consiste el trastorno alimentario en los hombres de hoy?
Al igual que las mujeres, los hombres recurren a la comida para controlar sus emociones. He aquí algunas formas en que los trastornos alimentarios suelen manifestarse en los hombres:
- se saltan comidas y ayunan
- se obsesionan con el gimnasio, la musculación y los batidos de proteínas
- vomitan después de comer
- vomitan cuando beben mucho para contrarrestar las calorías y beber más (posiblemente se superponga con un trastorno por consumo de sustancias)
- se obsesionan con el peso y la silueta y se deprimen por su apariencia
- no son capaces de descansar de los entrenamientos, o hacen ejercicio a pesar de tener dolor
- comen sólo alimentos «puros», para luego dejarse ir y darse atracones durante días
- se inscriben en grupos de pérdida de peso
- comen compulsivamente en exceso y engordan
- ayunan y pierden peso
- dietas yo-yo y fluctuaciones de peso
- cambian de humor
- son irritables
Los hombres suelen pasar por periodos de atracones y ayuno, o pueden hacer ejercicio y entrenarse en el gimnasio de manera compulsiva para aumentar su masa muscular y se obsesionan con los batidos de proteínas y un determinado tipo de cuerpo. Es lo que se conoce como bulimia no purgante, en la que el aumento de peso se compensa con ejercicio excesivo o ayuno.
Si bien no todos se definen como trastornos alimentarios, estos calificativos resaltan los comportamientos que puede observar en los hombres:
- Protorexia. La obsesión patológica por los batidos proteínicos y las proteínas y la dependencia de estos.
- Vigorexia. La preocupación excesiva por hacer músculos alterando su verdadera forma. Esto se define en el DSM-5 como “dismorfia muscular”.
- Borrachorexia. El consumo de alcohol para controlar conductas alimentarias, como saltarse comidas para beber, purgarse cuando se está borracho o no comer para emborracharse más rápido.
- Ortorexia. La obsesión dañina por la alimentación saludable o integral, y no comer nada que no lo o engorde. Las personas que presentan este problema suelen suprimir grupos enteros de alimentos tales como los carbohidratos o las grasas.
Si le preocupa su propio comportamiento alimentario o el de un ser querido, es importante buscar ayuda. Comuníquese con su proveedor de salud, un consejero o su programa de ayuda para obtener apoyo. Para obtener apoyo gratuito entre compañeros, visite el sitio web de la Asociación Nacional de Anorexia Nerviosa y Trastornos Asociados ANAD (por sus siglas en inglés).
Estas informaciones se proporcionan como complemento de la atención prestada por su médico o profesional de la salud mental y no deben utilizarse como sustituto del asesoramiento médico profesional. Si tiene preguntas sobre un estado de salud o un plan de tratamiento, consulte siempre la opinión de su médico o de otro profesional sanitario competente en la materia.