La disciplina financiera consiste en tomar decisiones de gasto y ahorro que le ayuden a alcanzar sus objetivos monetarios a largo plazo. A menudo, eso significa dar prioridad a una recompensa mayor a largo plazo frente a un beneficio tentador, pero menor, a corto plazo. Por ejemplo, disfrutar de una cena extravagante es divertido por unas horas, pero usar ese dinero para pagar su tarjeta de crédito puede ahorrarle mucho en intereses a largo plazo. Y si uno de sus objetivos a largo plazo es estar libre de deudas, realizar un pago mayor de la tarjeta de crédito ahora lo acercará a lograr ese objetivo en el futuro.
Adaptar el comportamiento de gasto y ahorro a los objetivos financieros puede resultar más fácil para algunos que para otros. Sin embargo, todos podemos trabajar para perfeccionar esta habilidad. Los investigadores han descubierto que ciertas estrategias pueden establecer y mejorar el autocontrol necesario para gastar y ahorrar sabiamente.
Beneficios de la disciplina financiera
Tomar decisiones impulsivas que ahora le resulten agradables puede socavar su bienestar financiero futuro. Desarrollar más fuerza de voluntad a la hora de gastar dinero ayuda a reducir los gastos imprudentes y a ganar control sobre el dinero.
Es fácil ver cómo esto podría resultar rentable económicamente a largo plazo. Por ejemplo, si está pensando en financiar la compra de un automóvil, un plazo de 48 meses tendrá un pago mensual más alto que un plazo de 72 meses. Si elige la opción de 48 meses, vivirá con un presupuesto más ajustado durante los próximos cuatro años. Por ello, es posible que tenga la tentación de aceptar el plazo de 72 meses, por lo que gastará menos por mes. Pero si puede optar por la opción de 48 meses, terminará pagando mucho menos durante la vigencia del préstamo.
La disciplina financiera también puede tener un resultado inmediato: menor ansiedad sobre el dinero. Incluso si lleva un tiempo ver las recompensas monetarias, el solo hecho de sentirse más en control de su futuro financiero puede ayudarle a tranquilizarse.
Desarrollar el hábito de la autodisciplina
Cualquiera sea su edad, sus ingresos o su situación de vida, estos pasos pueden ayudarle a sentar las bases de un enfoque disciplinado para administrar su dinero.
Evalúe su situación financiera. Para ejercer la disciplina financiera, usted necesita saber dónde se encuentra actualmente. ¿Hasta qué punto se siente en control de sus finanzas? ¿Qué tan preparado estaría si tuviera que enfrentar un revés o una emergencia financiera? En este punto, es posible que quiera considerar sus objetivos financieros futuros.
Desarrolle un plan financiero. Una vez que haya evaluado su situación, identifique cualquier área en la que sus acciones actuales no se alinean con sus objetivos futuros. Luego, piense en lo que podría hacer para mejorar esta alineación. Digamos que uno de sus objetivos es una jubilación segura pero actualmente está aportando poco o nada a su pensión. Podría elaborar un presupuesto que asigne más dinero a los ahorros para la jubilación y menos para cosas como ropa, regalos o entretenimiento.
Establezca pautas y reglas para sí mismo. Establecer pautas para usted mismo es una parte básica de la disciplina financiera. No puede seguir sus propias reglas si no sabe cuáles son. Hable con un asesor financiero si necesita ayuda para crear su plan financiero.
Establecer fechas límite para los objetivos. Por ejemplo, usted podría proponerse pagar su hipoteca anticipadamente, por ejemplo antes del 1 de octubre de 2035. Primero, concéntrese en esa fecha, no en cuántas semanas, meses o años faltan. Luego, elabore un plan detallado que describa cómo logrará ese objetivo. Por ejemplo, “Pagaré [cantidad elegida] extra a mi hipoteca mensualmente, lo que me permitirá saldar la hipoteca en esa fecha”. Los estudios muestran que organizar el tiempo de esta manera es más propicio para la paciencia financiera a largo plazo. Esto puede deberse a que le permite olvidarse de cuánto tiempo tendrá que esperar para obtener la recompensa final (en este caso, una hipoteca pagada en su totalidad).
Amplíe sus conocimientos. No importa cuánto o qué tan poco sepas sobre administración del dinero, siempre hay más que aprender. Considere tomar un seminario web o registrarse para recibir boletines informativos de una fuente confiable sobre inversión o compra de una casa. Es posible que salga no sólo con más información sino también con nueva inspiración para evitar decisiones impulsivas.
Maneje sus emociones. ¿Hace compras impulsivas cuando se siente estresado o deprimido? Si sus emociones gobiernan su billetera, puede tener una mayor probabilidad de gastar más de lo previsto o de hacer compras de las que luego se arrepienta. Preste atención a los desencadenantes emocionales que le impulsan a gastar. Considere hablar con un terapeuta o con el programa de asistencia de su organización para obtener ayuda y desarrollar estrategias que le ayuden a manejar el gasto emocional.
Fortalezca su fuerza de voluntad financiera
La disciplina financiera es como cualquier habilidad: puede mejorarla con la práctica. Estos consejos pueden ayudarle a fortalecer el control de su dinero.
Mantenga un control estricto de sus gastos. Adquiera el hábito de registrar y revisar lo que gasta cada día. Utilice un cuaderno o una aplicación de administración de dinero y compare lo que ha gastado con lo que ha presupuestado. Las investigaciones muestran que es más probable que el autocontrol flaquee cuando uno pierde el control de sus hábitos. Si necesita ayuda adicional para controlar sus gastos, pídale a su pareja o a un amigo cercano que se siente con usted periódicamente para revisar su registro de gastos y explicarle cualquier compra inusual.
No sobrecargue su autocontrol. Los estudios demuestran que intentar tomar demasiadas decisiones a la vez puede agotar su fuerza de voluntad. Cuando eso sucede, usted es propenso a tomar decisiones apresuradas y desacertadas. Para evitar esto, mantenga su ritmo. Priorice sus objetivos y céntrese en uno o dos de los más importantes. Si empieza a sentirse abrumado, tómese un descanso y haga otra cosa por un tiempo, pero fije una hora y fecha para volver y tomar esas decisiones pendientes. Dele a su fuerza de voluntad una oportunidad para recuperarse.
Elimine el elemento de elección. Otra forma de darle un descanso a su fuerza de voluntad es reducir el número de decisiones que debe tomar. Configure contribuciones automáticas a sus cuentas de ahorro e inversión. De esa manera no tendrá que elegir guardar. Además, deje sus tarjetas de crédito y débito en casa cuando compre artículos que desencadenen el impulso de derrochar. Lleve sólo la cantidad de efectivo que pueda gastar.
Centrarse en los sueños para el futuro
La capacidad de centrarse en el futuro es importante para priorizar objetivos a largo plazo. Tómese unos minutos para visualizar cómo será su futuro.
Imagínese en diferentes momentos: dentro de 2, 5 o 20 años. Entonces recuerde que las decisiones que toma hoy influirán en su bienestar de ahora en adelante. Con ese pensamiento en mente, es más fácil ver que la disciplina financiera no se trata de privarse de nada. Se trata de darse a usted mismo el futuro que espera tener y que está a su alcance.