En años recientes, la comprensión y la concienciación sobre las afecciones neurodivergentes como el trastorno por déficit de atención (TDAH), el autismo y las dificultades de aprendizaje en personas adultas se ha incrementado. Con la información y los recursos a nuestra disposición 24/7, ahora podemos, con solo pulsar un botón, investigar los síntomas, experiencias y comportamientos con los que podemos estar luchando. Los medios sociales pueden ser útiles para concienciar sobre estas afecciones que muchas personas pueden haber pasado por alto en la infancia.
El hecho de descubrir en la adultez que probablemente padece una afección neurodivergente como el TDAH, el autismo o la dislexia puede ser motivo tanto de alivio como de preocupación. Por un lado, entenderá al fin por qué realizar determinadas tareas le ha supuesto tantas dificultades todos estos años, pero al mismo tiempo puede temer que ello dé lugar a que le traten de manera diferente en lo sucesivo.
A continuación se presentan algunas afecciones diagnosticables en la adultez y los síntomas a los que se debe prestar atención.
Trastornos del espectro autista (TEA)
El autismo, denominado también trastorno del espectro autista, es un término que constituye un grupo de afecciones que se encuentran, como el síndrome de Asperger, en un solo diagnóstico.
La revista ADDitudemag explica que, si bien el autismo grave suele detectarse en la primera infancia, pueden transcurrir años antes de que se diagnostique el autismo de alto funcionamiento en la adultez. Las personas que presentan autismo tienen dificultades sociales y de comunicación. En la edad adulta, estas personas también pueden experimentar situaciones como las descritas a continuación, ya sea en el trabajo o en su vida personal:
Si usted cree que podría estar padeciendo un trastorno del espectro autista (TEA) y esto le está afectando en su desempeño, comuníquese con alguien de su organización en quien confíe, como su superior o un representante de recursos humanos para que le oriente.
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
El TDAH es un trastorno asociado con un patrón continuo de falta de concentración o atención, de hiperactividad o de impulsividad. Si usted cree padecer TDAH en la adultez, lo más probable es que de niño ya tuviera todos los síntomas, pero eran leves o pasaban desapercibidos.
En algunas personas, al llegar a la edad adulta la hiperactividad puede haber disminuido, pero quizás persistan otros síntomas. El TDAH puede interferir en el trabajo, las relaciones y la vida familiar. Si sospecha que puede padecer TDAH, sepa que vale la pena recibir ayuda para tratarlo. Comuníquese con su profesional sanitario hoy mismo.
Los indicios y síntomas del TDAH en la adultez incluyen:
Por los motivos expuestos, el TDAH supone dificultades en el entorno laboral o en centros educativos. De ser su caso, es importante que hable con alguien de su lugar de trabajo o escuela sobre la posibilidad de que se realicen adaptaciones o ajustes para usted. Las leyes en materia de discapacidad dan derecho a determinados ajustes. Entre estos, cuentan los siguientes:
Para efectos de otorgar estos ajustes ocupacionales, se requiere presentar un diagnóstico formal. Por consiguiente, es importante que hable con su profesional sanitario a fin de obtener más información al respecto. Para obtener información de orden general, le invitamos a consultar el sitio web de CHADD (Children and Adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder).
Dislexia, discalculia y dispraxia
Dislexia. Se trata de una dificultad de aprendizaje que causa problemas con la ortografía, la lectura y la escritura. La dislexia puede afectarle en su día a día y es posible que tenga problemas en el trabajo o en la escuela. Entre los síntomas más comunes de la dislexia se incluyen:
Es comprensible que esto pueda causarle dificultades en el trabajo, ya que puede tardar más tiempo en procesar y actuar según las instrucciones que le den. Hay ayuda disponible, así que hable con su superior o con un representante de recursos humanos, o consulte la página web en inglés International Dyslexia Association para obtener más apoyo y recursos.
Discalculia. Si nombrar y distinguir los números, incluidos la hora, calcular el cambio o hacer y atenerse a un presupuesto financiero cada mes presentan una mayor dificultad, probablemente esté experimentando discalculia en la adultez. Es posible que de niño tuviera dificultades con las matemáticas, pero se las arreglara, y que de adulto no necesitara realmente utilizar las matemáticas o confiara en su ordenador o calculadoras como ayuda. Probablemente aceptó un trabajo que no tiene que ver con números o estadísticas; sin embargo, quizá tenga dificultades en el día a día. He aquí algunos indicios y síntomas comunes:
A menudo ocurre que las personas a quienes se les dificultan los números también presentan síntomas de dislexia, y viceversa. Si desea indagar qué recursos puede ofrecerle su empresa, hable con su superior o con un representante de recursos humanos.
Descubrir que tiene autismo, TDAH o una dificultad de aprendizaje en la adultez puede ser todo un reto. Sin embargo, también conlleva aspectos positivos. Puede ser un alivio para usted darse cuenta de por qué ha estado luchando todos estos años, y ahora puede tomar medidas para apoyarse como adulto y obtener la ayuda que se merece y que quizá no estaba disponible o no se le ofreció cuando era niño. Visite la página web en inglés Dyscalculia.org para encontrar recursos útiles.